







wikipediaEl Tesoro de Aliseda es un antiguo ajuar funerario tartésico hallado de forma accidental en Aliseda (Cáceres) y es posible que estuviera fabricado en oriente. Es de oro y predomina la técnica de la filigrana y cincelado. Está compuesto por una diadema, un collar, un pendiente, una pulsera, dos anillos y un cinturón. En el collar aparece el creciente lunar. Este tesoro era un ajuar funerario de una mujer relacionada con el rey. El pendiente es de gran importancia, está compuesto por un cuerpo, una cadena y una rica decoración alrededor del tubo. Esta decoración se da a base de repujado y cincelado. La decoración se repite por simetría. Lo que representa es el árbol de la vida que se repite constantemente. Entre los árboles de la vida aparece la palmeta que es característica del arte oriental. Junto a la palmeta aparecen dos pájaros, picoteando el fruto de esta. De aquí se supone que sea un ajuar funerario por la representación del árbol de la vida.
Se intentó vender las piezas de forma clandestina, pero finalmente fueron interceptadas y llevadas al Museo Arqueológico Nacional, en Madrid.
Tesoro de Aliseda
En  la humilde villa de Aliseda, distante unos 30 kilómetros de Cáceres y  55 de la raya de Portugal, ocurrió, en la tarde del 29 de febrero de  1920, que al sacar tierra, en terreno comunal, para un tejar, descubrió  un muchacho unas cadenas y pulseras de oro. Avisó el muchacho a sus  parientes, los dueños del tejar, y ellos acabaron de sacar de entre unas  piedras, que allí se ofrecieron a su vista, una buena cantidad de  alhajas de oro con algunas piedras finas, algunas cosas de plata Y otros  objetos. Llevaron los que estimaron preciosos los descubridores a  Cáceres para venderlos a los plateros; pero denunciado el hecho por  haber ocurrido el hallazgo en el subsuelo, incautóse el Juzgado de todo  ello; siguiéronse en él y en aquella Audiencia competentes actuaciones,  y, acabadas éstas, el tesoro ha pasado, en virtud de Real orden de 21 de  mayo de 1920, al Museo Arqueológico Nacional (1), por ser de propiedad  del Estado, puesto que a él pertenece el subsuelo, según la ley de  Excavaciones y Antigüedades.              
(1)  El Juzgado de Instrucción de Cáceres me hizo entrega formal de las  piezas que constituyen el tesoro, el día 25 de septiembre; las cuales  traje bajo mi custodia y deposité en el Museo al día siguiente.              
De  Aliseda no había el menor antecedente arqueológico. Se ha supuesto si  estuvo allí la Isalaecus de Ptolomeo. El hecho es que el tesoro tan  inesperadamente descubierto y la existencia de minas de hierro en la  localiad dan testimonio y razón de la presencia de fenicios y  cartagineses en tal punto de la Lusitania.              
          Trátase, en efecto, de un conjunto singularísimo de alhajas  debidas a la adelantada industria artística de dichos pueblos  colonizadores, que con su comercio y expansión en nuestra Península  aportaron a ella valiosos elementos de la cultura del Oriente.              
          No son éstas las primeras joyas fenicias que se han hallado en  nuestro suelo; pero sí las mejores, y aun algunos ejemplares son únicos  en la joyería fenicia conocida de Oriente y de Occidente, siendo además  de exquisito arte, por lo cual ,estimamos que deben corresponder al  siglo VI antes de Jesucristo.              
          Las circunstancias fortuitas del hallazgo y las rudas manos que  lo verificaron, causa de que las alhajas hayan sufrido mucho y de que  vinieran dispersas las numerosas piezas que componen algunas, hoy  reconstruidas, son causa de que no se pueda precisar si se trata de un  tesoro escondido, como muchos arqueológicos, o si de los adornos de una  dama en la sepultura, lo que parece verosímil por la referencia de que  había una  construcción de       sillarejos, que pudo ser sepulcro  cubierto por un montículo.
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