PRERRAFAELITAS

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En la Inglaterra del siglo XIX encontramos una curiosa escuela pictórica denominada prerrafaelitas y cuyos miembros cultivaron un estilo propio, fácilmente reconocible y estéticamente muy bello y sugerente.

Personajes como princesas o hadas son frecuentes en estos cuadros pero también escenas religiosas y pasajes literarios.

La búsqueda de la perfección en el detalle y el preciosismo representativo se conjugan con nuestra imaginación y nos hacen huir de la realidad para sumergirnos en mundos perdidos, de exquisita sensibilidad y muy atractivos.

Los fundadores de este movimiento fueron siete jóvenes artistas como Dante-Gabriel Rosetti, John Everett Millais, Holman Hunt y Madox Brown y adoptaron las siglas P.R.B (Pre-Rafaelite Brotherhood) es decir, hermandad prerrafaelita. Todos los componentes de la hermandad se caracterizan por estar movidos tanto por la literatura como por la pintura y reaccionaron contra su época, el siglo XIX, tan materialista y mundano. Ellos buscaban algo más trascendente, más profundo y más idealista. En sus obras aparece un sentimiento religioso, si bien es verdad que adobado con un erotismo muy evidente.

La hermandad Prerafaelita se llama así porque despreciaban todo lo posterior al gran genio renacentista Rafael. Todos los pintores del Quattrocento como Piero della Francesca, Mantegna, Massacio, Ghirlandaio, etc, son admirados e imitados así como el propio Rafael. Si te acuerdas de los cuadros de todos estos autores expuestos con anterioridad en la Pinacoteca, verás que son clara fuente de inspiración para los Prerrafaelitas.

La crítica artística fue benévola con ellos y su aliado más fiel fue el escritor John Ruskin.

Disfruta con esta vuelta a lo medieval y a lo imaginativo con esta estética prerafaelita tan cercana a obras actuales como "El señor de los anillos" o "Harry Potter"

JOHN WILLIAM WATERHOUSE.

Un pintor de leyendas, mitos y poesías, nacido en Roma en 1849 y fallecido en Londres en 1917. Se distinguió por su romanticismo y es muy popular en Gran Bretaña, colgando sus cuadros de numerosos museos tanto en el Reino Unido como en Australia.

En esta exposición puedes admirar 6 de sus obras:

THE LADY OF SHALLOT 1888.

De espectacular podemos calificar esta exquisita composición con un hada navegando en un paisaje sugerente. La barca parece navegar sola suavemente, sin levantar espuma mientras lady Shallot está concentradísima en sus pensamientos. Es sin duda una belleza idealizada, su melena, diadema, vestido de princesa de cuento y sentada sobre un tapiz que desde la embarcación cae sobre el agua. El preciosismo de la representación es de destacar, mira si no los juncos del primer término, los reflejos del agua, el bosque con colores variados de otoño y la luz que resalta la belleza de la joven.

Para darle un toque de religiosidad, Waterhouse ha colocado un crucifijo con tres velas delante. La expresión de la chica es de tristeza y melancolía

THE MERMAID. (LA SIRENA 1900)

Esta sirenita (mitad mujer mitad pez) descansa a la orilla del mar peinándose lánguidamente su larga melena y mirando distraídamente. La costa es majestuosa, con grandes acantilados perforados con arcos como en la costa francesa de Etretat. El agua del mar es de un bello color turquesa y nuestra sirenita reposa sobre los guijarros de la orilla. Como es muy presumida, tiene un cuenco metálico brillante que contiene un collar de perlas. La escena desprende sensibilidad y romanticismo.

MIRANDA THE TEMPEST. ( MIRANDA Y LA TEMPESTAD 1917).

Frente a un mar embravecido, con un galeón a punto de naufragar se encuentra Miranda, una bella pelirroja con su melena al viento. La fragilidad de la mujer frente a la naturaleza desatada; el bramido de las olas frente a la tranquilidad de Miranda.

Como de costumbre en los Prerrafaelitas, el dibujo es muy preciso y los colores muy cuidados. La plasmación de los detalles es magnífica.

THE ANNUNCIATION (1917)

No descuidan los Prerrafaelitas los asuntos religiosos como la anunciación del ángel a María, eso sí, dotándoles de la atmósfera idealista que les caracteriza.

Poco tiene que ver esta Anunciación con otras que conocemos, aquí la escena se desarrolla en una jardín con pétreas arquitecturas y detalles típicos de Waterhouse como el tapiz del suelo, las flores y los gestos heroicos. La gama de colores es predominantemente fría (azul, morado) y añade distancia y dignidad a la representación.

OPHELIA.

La dulce Ophelia, con flores en el regazo y en el cabello se apoya en un tronco de árbol y nos contempla. Vestida a la usanza del Medievo sobre un bellísimo paisaje y al fondo un puente de madera por el que pasan otras dos jóvenes.

De nuevo apreciamos el gusto por el detalle y la minuciosidad, un colorido variado pero nada estridente y un aire de tristeza y melancolía.

FAIR ROSAMUND.

¿Qué estará mirando la bella y misteriosa dama asomada a la ventana?. La atmósfera que le rodea es absolutamente medieval. La ventana da sobre un castillo con puente y foso inspirado en el castillo de los condes de Carcasona (Francia). El cuadro sobre la silla de madera nos muestra una estampa caballeresca ya que semeja un torneo medieval delante de una fortaleza. En los cortinajes del fondo jinetes medievales. En un guiño al cuadro de Velázquez, Las Hilanderas, vemos una rueca para tejer y una señora asomada subrepticiamente al fondo.

Las vestimentas, el suelo geométrico y perspéctico y las características de la estancia nos recuerdan mucho a las pinturas de Jan Van Eyck.

JOHN EVERETT MILLAIS.

OPHELIA MUERTA.

Es este el único cuadro que mostramos de ese genial prerrafaelita que es Millais y que muestra a una delicada muchacha yaciendo muerta en un riachuelo. Conocemos el nombre de la modelo: Elizabeth Siddal, la atractiva esposa de Millais y musa de sus obras y de las de algunos de sus compañeros del movimiento Prerrafaelita.

Nos resultaría difícil encontrar un cuadro más delicado, la luz blanquecina que resalta la belleza serena de Elizabeth, las flores, la postura de sus manos, su rostro con ojos y boca entreabiertos, la mansedumbre del agua clara del arroyo...

Millais es uno de los autores más conocidos del movimiento y este cuadro el más famoso.